Poníamos rumbo a Ezcaray el viernes 24 por la tarde, sólo con un pensamiento: ganar la carrera el sábado para seguir teniendo opciones de llevarnos el campeonato en la última puntuable que se celebrará el próximo 9 de septiembre en Nieva de Cameros. Sabíamos el exigente circuito que nos esperaba, ya que lo reconocimos hace unas semanas con mi amigo y organizador de la prueba Pablo Villaverde (45 Km----2000 m desnivel positivo). Pero antes de viajar, pasamos en Tudela por el mago que mantiene mis músculos en su sitio, Íñigo Toquero.

A las 21:00 h llegábamos al destino, con el tiempo justo para alojarnos, cenar y dormir. Sonaba el despertador a las 07:00 de la mañana y las sensaciones eran raras. Dudábamos en la estrategia a seguir; arrancar de salida a muerte o salir relajados e ir de menos a más. Todo preparado en la salida y a las 09:00 arrancábamos.
La primera ascensión era de unos 50 minutos, inicialmente por pista, continuando por senderos y zonas técnicas. El personal como siempre, con los nervios a flor de piel, arrancó a fuego desde salida. Por mi parte, algo más relajado de lo normal, decidí guardar fuerzas hasta mitad del recorrido, porque la carrera empezaba justo ahí, en la mitad de la prueba. El primer ascenso coroné en 3ª posición a pocos segundos de mis rivales. Mi ritmo y sensaciones eran buenas y seguimos en esa línea; dejar hacer al resto, para que fueran madurando y al ser posible que yo no lo hiciera. En el primer descenso importante, conseguí alcanzar cabeza de carrera y soltarlo de rueda, aunque me volvió a dar caza en la siguiente subida, debido a mi ritmo conservador de ascensión. Sabía cómo era el recorrido y la zona donde el sendero se estrechaba al coronar. Por eso unos 200 m antes, subí el ritmo para entrar 1º en ese sendero y afrontar la técnica bajada sin tráfico, descolgando nuevamente a mis rivales.
Según tenía previsto, mediada la mitad de la prueba, incrementé el ritmo aprovechando esa ligera ventaja adquirida e intenté mantenerla, para llegar a la última parte más tranquilo. Pasaban los km y me encontraba bien, fluído y sin calambres. Nos juntamos una grupeta de 6 corredores (obviamente de otras categorías) lo cual me vino bien para exprimirme un poco más, pero sin excederme y cometer algún error.
Al final de la última bajada (donde el peligro era el denominador común) comenzaba una vía verde, para rodar muy rápido hasta meta. Sólo quedaban los últimos kms, con un par de repechos de los que te entraba la risa....
Llegamos a meta después de 3 h y 6 minutos en primera posición.


Al final de la última bajada (donde el peligro era el denominador común) comenzaba una vía verde, para rodar muy rápido hasta meta. Sólo quedaban los últimos kms, con un par de repechos de los que te entraba la risa....
Llegamos a meta después de 3 h y 6 minutos en primera posición.
Antes de la entrega de premios, como el tiempo lo permitía, pude disfrutar de un masaje por parte de cuatro manos divinas, puestas por la organización. No sabéis lo bien que me vino......y el daño que me hicieron oiga!!!!!!!!jajajajajajaja!!!!! Al final me había exprimido en la prueba y mis músculos lo notaron.

Y para terminar un día perfecto, la organización nos preparó unas patatas a la riojana, donde todos los corredores pudimos disfrutar de unos momentos más agradables y con menos sufrimiento que en carrera.
Estamos a 3 puntos del líder del open. Tenemos una oportunidad de hacernos con el campeonato, si conseguimos ganar la última prueba en Nieva de Cameros el próximo 9 de septiembre. Con entrar delante de él nos valdría. Pero como siempre, iremos a bomba llena.
GO POWER!!!!!
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